La característica corteza de los abedules contiene ácido betulínico que se ha demostrado eficaz contra algunos tipos de cáncer.

La actividad antitumoral del ácido betulínico El año 1995 salía publicado en la revista Nature un artículo de E. Pisha, H. Chai i I.S. Lee en que se informaba de que el ácido betulínico, extraído de la corteza de los abedules blancos, era un efectivo inhibidor del melanoma humano. A partir de aquel momento se han realizado más avances y se ha demostrado que también funcionaba contra algunos tipos de sarcoma, neuroblastomas y meduloblastomas. Su eficaz efecto para inhibir la topoisomerasa que son unas enzimas que actúan sobre la topología del ADN.

El ácido betulínico también posee propiedades que lo hace efectivo como antirretroviral, como agente contra la malaria y para reducir la inflamación.

Los abedules blancos pueden alcanzar alturas de hasta veinte metros y tienen una estilizada forma de cono o pirámide. Las hojas son características por ser dentadas o aserradas de forma irregular. Su lugar ideal son las turberas o las zonas húmedas de las áreas boscosas, o cerca del agua. Prefiere ser plantado en suelo silíceos pero se adapta fácilmente a otros tipos de suelo.